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3 habilidades esenciales que no te enseñan en la carrera de medicina

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carrera de medicina

La carrera de Medicina es una de las más demandantes en cuanto a tiempo y esfuerzo. En México, tiene una duración de entre seis y siete años, lo que incluye tanto formación teórica como práctica. Sin embargo, el tiempo invertido en la universidad a menudo no es suficiente para abarcar todas las habilidades que un médico debe dominar. A diferencia de otras profesiones, en Medicina es obligatorio obtener un título universitario para ejercer, ya que de lo contrario se incurriría en sanciones legales.


3 habilidades esenciales que no te enseñan en la carrera de medicina


A pesar de la rigurosidad del programa educativo, existen aspectos clave que muchos médicos deben aprender de manera empírica o durante su internado, ya que no están formalmente incluidos en los planes de estudio de la mayoría de las universidades.


1. Aplicar inyecciones: una habilidad básica que no se enseña formalmente


Uno de los aspectos sorprendentes de la formación médica es que no se enseñan técnicas tan básicas como aplicar inyecciones. Según la Dra. Alondra Mendizábal, egresada de la Licenciatura en Medicina de la UNAM, esta habilidad, fundamental en la práctica clínica diaria, no forma parte del temario oficial de muchas universidades.


En su experiencia, la Dra. Mendizábal relata que aprendió a aplicar inyecciones porque un profesor, por iniciativa propia, decidió dedicar una clase a esta práctica, permitiendo que los alumnos practicaran entre ellos. Esta carencia en la formación formal deja claro que muchas de las habilidades prácticas esenciales se aprenden a través de la práctica y la voluntad de los docentes, más que del plan educativo formal.


2. Transmitir malas noticias a los pacientes: un desafío emocional no abordado en la carrera


Otro aspecto fundamental que no se aborda en la formación académica es cómo transmitir malas noticias a los pacientes. Este proceso es una de las tareas más delicadas que un médico enfrenta en su día a día. Aunque en materias como Salud Mental se brindan algunas bases teóricas, no se profundiza en la parte emocional ni en las estrategias de comunicación necesarias para abordar esta tarea.


La habilidad para transmitir noticias difíciles, como un diagnóstico grave, requiere no solo conocimiento médico, sino también empatía, inteligencia emocional y una estrategia de comunicación adecuada. Sin embargo, esta tarea, vital para la relación médico-paciente, queda relegada a la experiencia personal y al aprendizaje empírico durante el internado o la residencia.


¿Cómo transmitir malas noticias de manera efectiva?


Transmitir malas noticias es una habilidad que todo médico debe desarrollar, y aunque no se enseña formalmente, existen algunas pautas que pueden ayudar a hacerlo de manera efectiva:


  • Estar seguro del diagnóstico: Es fundamental tener claridad sobre el estado del paciente antes de dar cualquier información.

  • Utiliza un tono de voz adecuado y con empatía: La forma en que se comunica es tan importante como el mensaje mismo. Un tono de voz suave y respetuoso puede marcar la diferencia.

  • Encontrar el equilibrio emocional del paciente: Es necesario entender el estado emocional del paciente y adaptar la comunicación a su capacidad de asimilación.

  • Propicia un entorno tranquilo: El ambiente donde se da la noticia debe ser lo más tranquilo y privado posible para evitar situaciones incómodas o inadecuadas.

  • Adaptar la estrategia a cada paciente: No todos los pacientes reaccionan de la misma manera, por lo que es vital ajustar la estrategia de comunicación según las circunstancias individuales.


3. Tomar muestras sanguíneas: una tarea aprendida en el internado


El tercer aspecto que la Dra. Mendizábal menciona es la toma de muestras sanguíneas. Esta es una tarea que la mayoría de los estudiantes de Medicina no realiza durante su formación académica, ya que se asume que es una función exclusiva del personal de enfermería. Sin embargo, en la práctica clínica diaria, especialmente en hospitales públicos, los médicos frecuentemente deben tomar muestras sanguíneas como parte de sus responsabilidades.


Este tipo de procedimientos básicos no se enseñan formalmente en la universidad, y muchos médicos aprenden a realizarlos durante el internado, donde la carga de trabajo y la falta de personal obligan a los jóvenes a cumplir funciones que van más allá de la simple atención médica.


La importancia de la formación integral en Medicina


La medicina es una profesión que demanda tanto conocimientos científicos como habilidades prácticas y emocionales. Sin embargo, como se ha visto, existen muchas áreas clave que no forman parte del currículo formal de las universidades, lo que deja a los futuros médicos con lagunas en su formación. Estas habilidades se adquieren principalmente a través de la práctica clínica y la experiencia diaria, lo que resalta la importancia de un internado bien estructurado y de la disposición de los docentes para impartir conocimientos más allá de lo establecido.


El hecho de que aspectos como la aplicación de inyecciones, la toma de muestras sanguíneas y la transmisión de malas noticias no se enseñen de manera formal pone en evidencia la necesidad de revisar y actualizar los programas educativos de Medicina. Contar con una formación más completa y adaptada a las realidades clínicas actuales ayudaría a los médicos a enfrentar mejor los desafíos de su profesión y mejorar la calidad de atención a los pacientes.


En resumen, aunque la carrera de Medicina en México tiene una duración extensa y abarca tanto teoría como práctica, existen áreas críticas que los estudiantes no aprenden formalmente y que son fundamentales para su ejercicio profesional. Por lo tanto, la formación médica debe ser complementada con una sólida experiencia práctica y el apoyo de mentores que brinden los conocimientos necesarios para enfrentar el día a día en el ámbito clínico.



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