![negligencia médica](https://static.wixstatic.com/media/7869d1_1f7ebe740b5a4e7fb4f357d5e006153e~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_572,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/7869d1_1f7ebe740b5a4e7fb4f357d5e006153e~mv2.jpg)
En la práctica médica, la prevención es clave, no solo en el tratamiento de enfermedades, sino también en la protección legal del profesional. Las demandas por negligencia son una realidad que todo médico debe considerar, y adoptar medidas preventivas puede marcar la diferencia. A continuación, presentamos cinco estrategias esenciales para reducir el riesgo de enfrentar una reclamación por mala praxis.
5 estrategias clínicas para evitar demandas por negligencia médica
1. La importancia de una historia clínica detallada
La historia clínica es la base de cualquier proceso asistencial y la principal herramienta de defensa frente a una demanda. Es fundamental que este documento esté completo, detallado y actualizado, reflejando claramente:
El cuadro clínico del paciente.
Antecedentes personales y familiares.
Incidencias relevantes, como incumplimientos de citas o tratamientos.
Todas las actuaciones médicas realizadas, con fechas y resultados.
Una historia clínica bien documentada no solo respalda que el médico actuó conforme a las necesidades del paciente, sino que también permite demostrar que cualquier complicación fue debidamente gestionada.
2. Consentimiento informado: un pilar fundamental
El consentimiento informado es un requisito legal y ético esencial. Este documento debe entregarse al menos 24 horas antes del procedimiento, explicando de manera clara y detallada los riesgos, beneficios y alternativas.
Aspectos clave del consentimiento informado:
Asegúrese de que sea específico para cada procedimiento.
Explique verbalmente el contenido al paciente, resolviendo todas sus dudas.
Obtenga la firma del paciente, garantizando que esta sea libre y voluntaria.
Muchas demandas por negligencia médica surgen debido a consentimientos generales o con errores. Un consentimiento bien elaborado es una protección invaluable para el médico y una garantía de confianza para el paciente.
3. Comunicación efectiva entre médico y paciente
Una buena relación médico-paciente es crucial para evitar malentendidos y posibles reclamaciones. La comunicación debe ser transparente y constante durante todo el proceso asistencial.
Recomendaciones para una comunicación efectiva:
Brinde explicaciones claras y completas sobre el diagnóstico, tratamiento y posibles complicaciones.
Documente todas las conversaciones relevantes en la historia clínica.
Utilice un lenguaje sencillo y empático, asegurándose de que el paciente comprenda toda la información proporcionada.
Cuando el paciente siente confianza y entiende los procesos médicos, es menos probable que presente una reclamación ante resultados adversos.
4. Fomente una cultura de seguro profesional
El seguro médico profesional es una herramienta imprescindible para cualquier médico. Este debe ser personalizado, adaptado a las necesidades específicas del profesional y estar vigente en todo momento.
Beneficios de contar con un seguro adecuado:
Cobertura frente a reclamaciones por mala praxis.
Asesoría legal en caso de demandas.
Tranquilidad para ejercer la profesión con confianza.
Un seguro bien gestionado puede convertirse en el aliado principal del médico, proporcionando apoyo en situaciones complejas.
5. Actúe de inmediato ante una demanda
En caso de recibir una queja o reclamación formal, el primer paso es contactar a su abogado especializado en medicina. Nunca responda directamente al paciente ni intente manejar la situación sin asesoría legal.
Pasos a seguir ante una reclamación:
Informe a su abogado inmediatamente.
Proporcione toda la documentación relevante, como la historia clínica y el consentimiento informado.
Evite cualquier acción que pueda interpretarse como admisión de culpa.
Una respuesta temprana y adecuada puede ser determinante para resolver la situación de manera favorable.
Como médicos, es crucial aceptar que los errores humanos pueden ocurrir. Sin embargo, seguir estas estrategias puede minimizar significativamente el riesgo de enfrentar una demanda por negligencia médica. Documente cada paso, mantenga una comunicación efectiva y no dude en buscar apoyo cuando sea necesario. La prevención y la preparación son siempre el mejor recurso para proteger su carrera profesional y brindar la mejor atención a sus pacientes.
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