![contra residentes en hospitales](https://static.wixstatic.com/media/7869d1_dcea0195757e45dfa7a3e587b46e928a~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_572,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/7869d1_dcea0195757e45dfa7a3e587b46e928a~mv2.jpg)
El mayor deseo de muchos médicos generales es convertirse en especialistas. Sin embargo, al alcanzar este objetivo, la realidad a menudo dista de sus expectativas.
La violencia ejercida por superiores contra los residentes es un problema significativo que transforma los sueños en pesadillas.
El ENARM: Solo el comienzo de las dificultades
Aprobar el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM) es solo el primer paso hacia la especialización. Aunque es un gran desafío, la verdadera dificultad comienza al iniciar la residencia. Durante los primeros meses, las renuncias son comunes debido a las exigentes jornadas de 36 horas y la combinación de labores estudiantiles y laborales, lo que causa un daño severo en la salud física y mental de los residentes.
Especialidades con mayor tasa de renuncias
Algunas especialidades médicas tienen una tasa de renuncias particularmente alta. Entre ellas se encuentran:
Medicina Familiar
Medicina del Trabajo
Cirugía Cardiovascular
Anatomía Patológica
Medicina Preventiva
La vida en los hospitales es constante y demandante, y cualquier comentario sobre una "guardia tranquila" puede precipitar una avalancha de emergencias.
Consecuencias graves de los abusos en hospitales
La violencia contra residentes no es exclusiva de México; es un problema común en toda Latinoamérica. Un caso reciente y trágico es el de Catalina Gutiérrez Zuluaga, una residente de Cirugía General en Colombia, quien se suicidó debido a la explotación y los abusos que sufría. Este caso ilustra las consecuencias devastadoras de estos abusos.
La realidad de la violencia contra residentes en hospitales
El Dr. Carlos Arturo Manrique Torres, profesor de la Universidad de la Sabana, ha descrito las formas más comunes de violencia contra residentes en los hospitales:
Abuso verbal: Incluye gritos, insultos y comentarios despectivos.
Humillación pública: Reprimendas o críticas severas delante de otras personas.
Asignaciones de trabajo excesivas: Cargar a los residentes con tareas imposibles de manejar.
Privación de descanso: Impone horarios que no permiten un adecuado tiempo de descanso.
Acoso sexual: Comentarios, insinuaciones o tocamientos no deseados.
Descalificación profesional: Menosprecio de las habilidades de los estudiantes sin fundamentos objetivos.
Asignación de tareas degradantes: Encargar tareas inapropiadas y humillantes.
Exclusión social: Marginar a los estudiantes de reuniones y actividades formativas.
Negación de oportunidades de aprendizaje: Privarles de participar en actividades educativas.
Amenazas y coerción: Uso de amenazas para forzar comportamientos.
Un problema de toda la región
La lista anterior muestra que no se trata de un problema único de Colombia, sino que se repite en toda la región. Lamentablemente, las autoridades de los hospitales muchas veces ignoran o no atienden las quejas de los residentes.
La necesidad de cambios urgentes
Es crucial tomar medidas para prevenir futuros abusos contra los residentes y cualquier profesional de la salud. Esto incluye implementar castigos severos contra quienes cometen actos de violencia. Es necesario crear un ambiente de trabajo seguro y respetuoso para garantizar el bienestar y el desarrollo profesional de los médicos residentes.
En conclusión, mientras que la especialización es un objetivo deseado por muchos médicos generales, las realidades del abuso y la violencia dentro del entorno hospitalario presentan desafíos significativos que deben abordarse con urgencia. Crear un ambiente de trabajo seguro y justo es esencial para el bienestar de los futuros especialistas y, por ende, para la calidad de la atención médica en general.
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