![Mala praxis médica](https://static.wixstatic.com/media/7869d1_776248ff7c0e47529622b0c404e438b6~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_572,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/7869d1_776248ff7c0e47529622b0c404e438b6~mv2.jpg)
La medicina, una de las profesiones más nobles y complejas, requiere años de estudio, dedicación y especialización. A pesar de ello, ningún médico está exento de cometer errores. En algunos casos, estos errores pueden repercutir en la salud de los pacientes, derivando en situaciones conocidas como mala praxis médica.
Este término se refiere a actuaciones que, aunque no intencionadas, ocasionan lesiones o incluso la muerte de un paciente, lo que puede derivar en cargos legales por delitos de tipo culposo. A continuación, se analizan los principales tipos de culpa médica relacionados con la mala praxis, para informar a los profesionales sobre sus derechos y responsabilidades.
Mala praxis médica: Tipos de culpa y repercusiones legales
1. Impericia: La falta de habilidad técnica
La impericia se refiere a la incapacidad técnica de un médico debido a ignorancia, error o falta de habilidad. Es común en casos donde un profesional realiza procedimientos para los que no está especializado, lo que puede incluso considerarse práctica ilegal de una especialidad.
Ejemplos comunes de impericia:
Administrar anestesia sin conocer las dosis adecuadas.
Fallar en identificar reparos anatómicos al realizar anestesias raquídeas o epidurales.
Desconocer las posibles complicaciones de un procedimiento y cómo manejarlas.
Este tipo de culpa es particularmente crítico en áreas como la anestesiología, donde un error técnico puede tener consecuencias fatales.
2. Imprudencia: Actuar sin precaución
La imprudencia implica actuar de forma temeraria o sin prever posibles daños al paciente. En estos casos, el daño podría haberse evitado si se hubieran tomado medidas adecuadas.
Casos frecuentes de imprudencia médica:
Realizar transfusiones sin confirmar el grupo sanguíneo del paciente.
Usar instrumental no estéril, provocando infecciones.
Extirpar órganos o miembros sin un diagnóstico patológico previo.
Estas acciones, aunque no intencionadas, suelen ser predecibles y prevenibles, lo que las convierte en un foco de atención legal.
3. Negligencia: La omisión de deberes
La negligencia médica ocurre cuando un profesional omite o retrasa acciones necesarias para la atención adecuada del paciente, lo que puede ocasionar daños graves.
Ejemplos de negligencia:
Olvidar material quirúrgico dentro del paciente tras una operación.
Retrasar la atención a una mujer en trabajo de parto.
No tomar precauciones adecuadas durante una cirugía compleja.
Este tipo de culpa suele ser altamente penalizado, ya que refleja una falta de compromiso con los estándares básicos de atención médica.
4. Inobservancia de deberes y reglamentos
La inobservancia se refiere al incumplimiento de normativas, procedimientos o estándares establecidos para garantizar la seguridad del paciente.
Ejemplos comunes de inobservancia:
Operar en salas contaminadas o con condiciones inadecuadas.
Usar instrumentos o equipos con fallas técnicas.
Abandonar al paciente durante una intervención quirúrgica.
Ignorar medidas de bioseguridad básicas.
Este tipo de faltas son consideradas graves y pueden derivar en sanciones que incluyen hasta seis años de prisión, además de indemnizaciones significativas para el paciente o sus familiares.
El papel del perito médico en casos de mala praxis
En situaciones de mala praxis, la figura del perito médico es clave. Este profesional se encarga de analizar y evaluar las circunstancias en las que ocurrieron los errores para determinar el tipo de culpa involucrada.
Con base en el informe del perito, se definen:
Las sanciones aplicables.
Las indemnizaciones necesarias para reparar el daño ocasionado al paciente o a sus familiares.
Los familiares de una persona fallecida debido a atención médica deficiente también pueden presentar reclamaciones formales para exigir justicia.
La práctica médica conlleva una gran responsabilidad. Comprender los diferentes tipos de culpa asociados a la mala praxis no solo ayuda a prevenir errores, sino también a actuar de manera informada ante posibles eventualidades legales. Como médico, estar al tanto de estos aspectos legales es fundamental para proteger tanto a los pacientes como a tu carrera profesional.
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